Maestras fumigadas, amenazas y niños sin clases

Otra maestra afectada por agrotóxicos en las cercanías de Young, viene a sumarse a la ocurrida a la maestra Silvia Nobelasco en Rolón a mediados de abril. Esta situación no es nueva y se repita cada vez con mayor frecuencia.

Esta vez ocurrió en la escuela 37 de Santa Isabel, ubicada en ruta 3 a unos 5 kilómetros al sur de Young, donde son atendidos 12 alumnos de distintos grados. La fumigación ocurrió a 100 metros de la escuela en horas del mediodía, incumpliendo la regulación en relación a las fumigaciones en las cercanías de las escuelas rurales, 300 metros terrestres 500 metros aéreas. Estas distancias tampoco aseguran la no contaminación, pero al menos es más que 100 metros.

Sobre este episodio varias situaciones se conjugaron

- La maestra afectada. Marcela Ríos es interina, hace apenas tres semanas que trabaja en la escuela. Es la primara vez que se enfrenta a un incidente como éste, tal vez haya sido su posición que la lleva a realizar la denuncia a las autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

- Marcela Ríos sufre de problemas respiratorios, es asmática. Al momento de verse afectada por los agrotóxicos, se dio varios disparos de su medicación, posteriormente se traslada al hospital de Fray Bentos en estado delicado. Su enfermedad la deja en estado de mayor vulnerabilidad respecto a las fumigaciones de agrotóxicos. Los impactos de estas sustancias en su salud son más notorios, lo que la hace ausentarse por varios días de la escuela, quedando los niños sin clases.

- La auxiliar de la escuela está enferma y la Sra. Sandra Tabárez, abuela de uno de los alumnos, está ayudando en forma honoraria en la cocina y limpieza. De acuerdo a fuentes periodísticas esta dijo que "resulta que soy auxiliar honoraria y como abuela tengo toda la voluntad de colaborar, pero la verdad que en determinado momento me dio ganas de renunciar. Ayer llegó el propietario del campo vecino y me encaró diciendo que se siente apuñalado por la escuela y que si se hace la denuncia no donará más nada".

- Desde hace décadas las escuelas rurales reciben ayuda de los vecinos que las rodean y en los últimos años de las empresas, ya sea con especies o con dinero directamente para comprar “algo” que precise la escuela. Sin embargo esto no quiere decir que se les pueda permitir hacer lo que los dueños o las empresas decidan en las cercanías de las mismas.

- Probablemente las fumigaciones sucedieron anteriormente en las cercanías de la escuela 37 de Santa Isabel, y éstas no fueron denunciadas por ser un hecho común y/o tal vez temiendo y conociendo las amenazas que pudiesen ocurrir.

- A pocos días de haber acontecido este hecho y conocerse por la prensa, un joven irrumpió en dicha escuela, rompió las bibliotecas, dejó libros y materiales de los niños y docente tirados en el piso y se llevó la Ceibalita de la maestra. Es por esta razón que el joven fue identificado en la ciudad de Young al encontrársele cargando la Ceibalita de la docente. Podría tomarse este suceso asociado a las denuncia de la abuela, sin embargo le corresponderá a las autoridades ver si hay una unión o sólo es una mera coincidencia con lo sucedido.

¿Qué hay de nuevo en estas fumigaciones?

A partir de la ausencia de la maestra como resultado de las fumigaciones y los impactos en su salud, quedan los alumnos sin clase, hecho gravísimo, ya que está en total discordancia con lo que las autoridades de educación intentan promover.

Dada la importancia que tiene la asiduidad de los alumnos en el proceso educativo, con el objetivo de obtener mejores resultados en relación al rendimiento escolar, las autoridades de UNICEF y CODICEN están llevando a cabo una campaña denominada Cero Falta. Esta campaña fue diseñada para trabajar con la familia a fin de lograr que éstos tengan una asistencia regular. Sin embargo lo ocurrido con las maestras Marcela Ríos y Silvia Nobelasco, ambas del departamento de Río Negro, van en dirección contraria a la campaña.

La amenaza por parte del propietario del campo vecino conocida ampliamente a través de los medios de comunicación, ha traspasado los límites. Situaciones como éstas sólo intentan amedrentar al personal de la escuela, e impiden el trabajo adecuado no solo de los docentes sino de todos los funcionarios, siendo varios los perjudicados y muy especialmente los niños.

Ambas situaciones que afectan a niños y funcionarios de las escuelas rurales, se suman a los impactos negativos provocados por los agrotóxicos y la expansión del modelo agrícola, que hace ya mucho tiempo venimos denunciando.

RAPAL Uruguay
Junio 2012