Pérdida
de 2.000 colmenas por uso de un agrotóxico
Productores
apícolas de Paysandú y Salto denunciaron la pérdida
de unas 2.000 colmenas en los últimos días como consecuencia
de la aplicación de productos agrotóxicos en montes
cítricos de la zona. Los damnificados afirman que su uso está
prohibido y alegan que la empresa que lleva a cabo esta tarea no realizó
la comunicación correspondiente a los vecinos de las chacras,
ni a las autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura
y Pesca.
Los
apicultores no recuerdan antecedentes de esta gravedad
En las
últimas horas se constató, por parte de los técnicos
de la Dirección General de los Servicios Agrícolas del
MGAP, que con la eliminación de las abejas los perjuicios se
extienden al sector hortícola, al verse afectada la polinización
de variedades de zapallos en plena floración, donde se necesita
de este proceso para mejorar la calidad del producto.
El presidente
de la Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola, Julio
Pintos, acompañado de técnicos del MGAP, ha mantenido
reuniones con representantes de la empresa citrícola que ha
realizado aplicaciones en sus montes para buscar una alternativa al
producto químico utilizado. Este tiene por fin evitar la polinización
en la flor del naranjo, para generar una fruta sin semilla, como requiere
el mercado de Estados Unidos.
Por otra
parte, se están extrayendo muestras de diversas colmenas para
determinar fehacientemente cuál fue el producto que afectó
la población de abejas.
Los productores
de miel que han denunciado el caso señalan que la empresa,
con plantaciones de naranjos en Salto y Paysandú, utiliza el
producto Lorban, circunstancia que todavía no fue confirmada
por las autoridades del MGAP.
Mortandad
El apicultor
sanducero Santiago Schneider, uno de los primeros en detectar la mortandad
de abejas, dijo a El País que el problema se descubrió
hace una semana.
"En
primera instancia se pensó que esa situación se limitaba
a unas 150 colmenas, pero luego se constató una mayor pérdida
y ahora podemos hablar de miles", sostuvo.
Los damnificados
reclaman una rápida acción del MGAP para impedir que
se continúe aplicando el producto que afecta a las colmenas
y critican que la empresa no hubiera puesto sobreaviso a los apicultores
para evitar el mal causado.
Schneider
remarcó que el productor siente bastante impotencia porque
"no existe el control suficiente".
Estima
que, además de las abejas, "a raíz de esta situación
también el ser humano se va a ver afectado".
Se
desconoce el producto
El presidente
de la Comisión de Desarrollo Apícola, Julio Pintos,
dijo que aún no está determinado el producto químico
utilizado. "Eso se va a determinar con los resultados de los
análisis, pero de acuerdo con los comentarios de los productores
y representantes de una de las empresas citrícolas de la zona,
se trata de un producto problemático".
Luis Pérez
El
País / 30 agosto 2017