Lupa
sobre el trabajo en la forestación
No existe el “uso seguro” de agrotóxicos
La
Red de Acción en Plaguicidas y sus alternativas para América
Latina (RAP-AL) y la Unión Internacional de Trabajadores de la
Alimentación (Rel-UITA) publicaron los resultados de una investigación
realizada por María Isabel Cárcamo en las plantaciones
de Forestal Oriental SA (FOSA). El estudio enfoca “la problemática
que existe en torno a los trabajadores de la forestación y la
utilización de agrotóxicos”.
“Existe forestación en gran parte del Uruguay, se habla
de entre 800 mil y hasta 1 millón de hectáreas del monocultivo;
las cifras de plantines cultivados por año alcanza a 20 millones,
un número realmente inimaginable”, manifestó Cárcamo
al comienzo de su exposición el pasado 23 de julio, en ocasión
de la presentación del libro “Uruguay: trabajo y agrotóxicos
en la forestación”.
Este fue uno de los datos que resaltó la autora del texto, quien
comentó además que gran parte de lo producido por Forestal
Oriental -que cuenta con 215 mil hectáreas plantadas en Uruguay-
es vendido a UPM (ex Botnia), para su posterior procesamiento.
Este
trabajo se enfocó específicamente en los agrotóxicos,
en el impacto que tienen los productos químicos utilizados tanto
en el ambiente como en las personas, también abarca las condiciones
en que desarrollan su tarea los trabajadores, el bajo salario para un
trabajo que requiere calificación y que es de alto riesgo.
“Existen tres instancias en las que se aplican agrotóxicos
en la actividad forestal: en la pre plantación, en la post plantación
y en la post cosecha -explica María Cárcamo-. Esta cadena
se repite a cada ciclo de producción.
La
lista de sustancias que son aceptadas en Uruguay cuenta con varios tóxicos
considerados altamente peligrosos por ejemplo en países de la
UE, y todas ellas son consideradas potencialmente cancerígenas”,
continúa la autora.
El glifosato (herbicida) y el fipronil (hormiguicida), dos químicos
cuyo uso ha sido restringido pero no prohibido, son las “estrellas”
de esta lista de agrotóxicos que afectan negativamente al ambiente
y a las personas. En Uruguay, el principio activo del glifosato se encuentra
en 97 sustancias diferentes, esto significa que existen 97 marcas en
el mercado.
Según
Cárcamo, “Ninguna de las sustancias utilizadas en forestación
es necesaria y todas son muy tóxicas, y si bien existe el equipo
de protección personal para los aplicadores, con esto lo que
se logra es minimizar los impactos del químico en las personas,
pero jamás protegerlos 100 por ciento”.
Es
importante destacar que los trabajadores cargan con pesadas mochilas
que pesan hasta 16 kilos, para optimizar la productividad generalmente
realizan la fumigación corriendo, ya que los días lluviosos
no se trabaja y por consiguiente no les pagan, además deben caminar
alrededor de dos kilómetros para llegar al predio de trabajo
y no cuentan con un lugar lejano a las plantaciones para comer.
Finalizando
su exposición, la coordinadora de RAP-AL Uruguay comentó
que “FOSA es una empresa certificada, pero la forestación
en Uruguay es mucho más que Forestal Oriental, si en esta compañía
que está certificada se trabaja en estas condiciones hay que
imaginar cómo se labora en otras que no lo son, el trabajador
está completamente expuesto a sustancias tóxicas que tarde
o temprano afectarán su salud”
Amalia
Antúnez
Rel-UITA
3 de agosto de 2010
Fuente:
http://www.rel-uita.org/agricultura/agrotoxicos/no_existe_el_uso_seguro.htm