¿Leche
enriquecida o enriqueciendo a las multinacionales?
En las últimas semanas Uruguay
ha tenido que enfrentar un desabastecimiento de leche. Durante el mes
de enero y parte de febrero en algunos momentos se hizo imposible encontrar
leche común y muchos tuvimos que optar por lo que hubiese en
las góndolas de los supermercados o en los almacenes barriales,
en algunos casos pagando más del doble por un litro de leche
que no era la leche común, sino leches con “agregados y
enriquecidas” con una variedad de ingredientes totalmente desconocidos
para el consumidor común.
La leche más sorprendente
que se encuentra en los supermercados y negocios barriales es la leche
que dice en la bolsa “leche para el Primer Crecimiento”:
alimento para niños de 1 a 3 años, rico en hierro, vitaminas,
ácidos grasos esenciales y taurina acompañado con el sello
de calidad “natural” de Uruguay.
Al reverso de la bolsa se describe
qué es la “leche para el Primer Crecimiento” y dice
que: “es expresamente formulada para los niños de 1 a 3
años. En relación a la leche común, contiene la
cantidad óptima de nutrientes indispensable para el desarrollo
físico e intelectual de un organismo en rápido crecimiento,
que no siempre en encuentran en las cantidades adecuadas para los niños
de esta edad. En ésta, de hecho, están disponibles otros
nutrientes además de los elementos nutritivos de la leche”.
Muchos se preguntarán ¿es necesario agregar todos estos
aditivos a la leche común? Una madre con hij@s pequeños
que piensa en darles lo mejor, confiará en la propaganda, sin
concentrarse en los ingredientes y en que además ésta
vale más del doble que la leche común.
Resaltaremos uno de los tantos ingredientes
de esta leche: “aceite y lecitina de soja”. A pesar de que
la industria procesadora de esta leche nombra cada ingrediente utilizado
para hacer la “Leche para el Primer Crecimiento”, nada dice
si la soja utilizada es transgénica o no y solo asegura que este
ingrediente, junto con los otros tantos, es apto para el primer crecimiento.
De acuerdo al Instituto Nacional
de Semillas del Uruguay (INASE), el 100% de la soja producida en Uruguay
es transgénica, o sea, que bien podemos afirmar que el aceite
y lecitina de soja agregados a esta leche son transgénicos (1).
Al respecto es importante saber
que diversos estudios científicos concluyen que los alimentos
manipulados genéticamente pueden provocar alergias, intoxicaciones,
alteraciones nocivas del valor nutritivo, resistencia a los antibióticos
y alteraciones del sistema inmunológico (2).
En nuestro país existe un
uso masivo de lecitina de soja en galletas, alfajores, budines, margarina,
mayonesas, chocolates, papas fritas, jugos, helados, postres, arroz
pre preparado, pastas rellenas, etc. Por lo tanto, que se agregue a
la leche no es algo sorprendente, modificando así nuestros hábitos
alimenticios.
El consumo de soja en niños
pequeños ha sido ampliamente cuestionado, por diversos estudios
científicos (3). La soja contiene sustancias que son de riesgo
aún para los animales, llamadas antinutrientes y estas impiden
la absorción de minerales como el hierro y el zinc, entre otros.
A partir de estos hallazgos lo aconsejable es exactamente lo contrario
a lo que la propaganda transmite.
A todos estos riesgos, se agregan
los elevados residuos de agrotóxicos que contiene la soja transgénica
(4).
Otro elemento importante que no
es mencionado en el envase de la “leche para el Primer Crecimiento”,
es que la soja contiene elevadas cantidades de isoflavonas, que tienen
una actividad hormonal comparable a los estrógenos y que en caso
de ser consumida por niños podría tener efectos adversos.
En efecto, se cree que los efectos estrogénicos de las isoflavonas
pueden ser perjudiciales en la salud infantil, pudiendo ser responsables
de la aparición de la menarca precoz y el adelanto de los eventos
puberales en niñas, y producir anormalidades inmunológicas
y desórdenes hormonales en los varones (5).
Por supuesto que nada de eso es
mencionado en la propaganda que hace esta industria procesadora de productos
lácteos, más preocupada en la obtención de ganancias,
a través de la venta de una leche más cara, que en el
crecimiento y la salud de los niñ@s. Más que una leche
enriquecida, se trata entonces de una leche que enriquece a quienes
la producen, poniendo en riesgo la salud de los niñ@s.
Fuentes:
(1) http://www.inase.org.uy/
(2)
http://www.zoonews.com.br/noticiax.php?idnoticia=104225
http://www.rallt.org/boletin/boletin%20180-240/Bol.%20227_OGM%20en%20salud.pdf
(3) Gianfelici, Dario (2005).- La
soja, la salud y la gente Santa Fe- Republica Argentina
(4) http://funverde.wordpress.com/2007/07/29/nivel-de-agrotoxico-em-soja-transgenica-e-alto/
(5) http://www.ecoportal.com.ar/content/view/full/21184
http://www.ecoportal.com.ar/content/view/full/21184
http://www.rebelion.org/ecologia/031024soja.htm
María Isabel Cárcamo
Febrero 2008