El futuro del envase reutilizable pende de un hilo

La cantidad de residuos de envases no ha parado de crecer en las últimas décadas y el reciclaje ha sido incapaz de reducir el impacto de tanto despilfarro. Esto tiene un coste enorme para la sociedad y el medio ambiente y reduce la posibilidad de desarrollar alternativas.

El fracaso de la política de envases ha impulsado a la Comisión Europea a proponer medidas de prevención y reutilización de envases para cambiar la insostenible situación actual.

La mayoría de grupos de presión, incluyendo importantes marcas, envasadores y recicladores, apoyan los objetivos y disposiciones en materia de reutilización, y el Parlamento Europeo se prepara para una votación crucial sobre el nuevo reglamento de envases. No obstante, hay un peligro real que los eurodiputados voten contra tales medidas. ¿Enviará la Unión Europea una señal clara a favor de la reutilización?

La plaga de los residuos de envases

Alerta para los amantes del café: cada año se utilizan 16.000 millones de vasos de papel para café, lo que supone la tala de 6,5 millones de árboles, el desperdicio de 15.000 millones de litros de agua y el derroche de energía suficiente para abastecer a 54.000 hogares durante un año. Y al tener un film de plástico, dichos vasos no se reciclan y acaban en vertederos La producción de materiales de envasado de un solo uso (a base de papel u otros materiales) implica un elevado consumo de energía, agota los recursos naturales y libera gases de efecto invernadero, y ello sin mencionar los problemas sanitarios y sociales. Además, los materiales necesarios para producir envases se importan en su mayoría de fuera de la UE.

Un estudio tras otro demuestra que estamos transgrediendo los límites planetarios más rápido que nunca, mientras que, al mismo tiempo, la producción de envases y residuos asociados no ha dejado de crecer en los últimos 20 años: en 2020, la UE alcanzará la cifra récord de 177 kg de residuos de envases por persona. Tenemos que invertir esta tendencia.

La hora de la reutilización

Los sistemas de reutilización de envases nos permiten liberarnos del modelo lineal convencional de usar y tirar. La adopción de sistemas de envasado reutilizables -en los que un envase, sea un vaso, un recipiente para alimentos o una botella se concibe, diseña y comercializa con mecanismos que garantizan que los consumidores lo puedan devolver para que se pueda usar muchísimas veces antes de reciclarlo- puede reducir el consumo de materiales vírgenes y tiene el potencial de reducir las emisiones de GEI de la mayoría de las opciones de envasado.

Experiencias desarrolladas por startups Europeas y ya presentes en el mercado demuestran que los beneficios de los envases reutilizables van más allá de las consideraciones medioambientales pues proporcionan nuevas oportunidades de negocio, crean empleo local y retienen valor en nuestra economía. En este momento crítico en el que Europa trata de reducir su dependencia energética y material de terceros países, la adopción de estos sistemas de reutilización puede revitalizar las economías locales al reducir tanto las importaciones como la dependencia de las cadenas de suministro globales.

El reto es cómo conseguir que estos modelos de negocio que tan bien están funcionando en algunas ciudades europeas se propaguen por toda Europa. Será necesario construir infraestructuras donde no las hay y para eso hace falta seguridad jurídica y no tener que reinventar la rueda en cada ciudad.

El plan de Reutilización lanzado esta semana por Zero Waste Europe, en cooperación con organizaciones de la sociedad civil, empresas y ciudades europeas de cinco países europeos (RSVP), marca el inicio de un verdadero cambio. La iniciativa está pensada para proporcionar un marco sólido a los entes municipales, los operadores de reutilización y los usuarios del sistema (como el sector de la restauración y los consumidores) para diseñar e implantar sistemas de reutilización a gran escala en el sector de los envases de comida y bebida para llevar.  Actualmente este sistema se está probando en ciudades como Aarhus, Barcelona, Berlín, Gante, Haar, Lovaina, París, Rotterdam y Tallin.

Necesitamos una señal clara desde Europa

Volviendo a nuestro ejemplo del café matutino, no basta con que las personas que se desplazan desde y hacia estas ciudades tengan acceso a tazas de café reutilizables para llevar. El gran cambio que se necesita no puede depender de la buena voluntad de los consumidores. Es necesario que las opciones más circulares -como los sistemas de tazas de café reutilizables con puntos de devolución identificables y fáciles de usar- estén convenientemente disponibles para todos. Pero para que reutilizar sea más fácil y barato que generar un residuo necesitamos objetivos concretos de reutilización en la legislación europea.

Esta transformación cuenta con un apoyo sustancial, desde las principales marcas y envasadores hasta las organizaciones de la sociedad civil y el mundo académico. Sin embargo, el nivel de presión sin precedentes que se observa en Bruselas en torno a dicho reglamento, sobre todo por parte de la industria papelera y McDonalds, está haciendo que un importante número de diputados se muestren indecisos. Existe un riesgo real que la UE opte por continuar apostando por un sistema lineal de envases para usar y tirar que sabemos que no funciona.

El Parlamento Europeo votará sobre este punto en la semana del 23 de octubre de 2023. ¿Se posicionarán nuestros representantes a favor de los objetivos de reutilización en el sector de los envases? ¿O, por el contrario, optarán por continuar con el mismo sistema, acabando con la innovación en el sector de la reutilización de envases? El futuro de la sostenibilidad en el sector del envasado está en sus manos.

Aline Maigret

Zero Waste Europe

20 octubre, 2023