Tercera reunión del Comité Intergubernamental de Negociaciones sobre la Contaminación Plástica
El domingo 19 de noviembre en Nairobi, Kenia, terminó otro período de negociaciones sobre un tratado internacional para detener la contaminación plástica, sin mayores acuerdos. Las negociaciones del Comité Intergubernamental de Negociaciones (CIN3) sobre la contaminación plástica llevarán más tiempo del programado. Mientras tanto, la producción y el uso de plásticos sigue en aumento y la contaminación por desechos plásticos avanza en océanos y ecosistemas terrestres.
Industria poderosa y avances extremadamente lentos
Se suponía que la reunión en Nairobi avanzaría en el proceso, afinando el documento borrador del tratado, y se daría paso a las discusiones sobre qué medidas concretas deberían abordar los distintos gobiernos para controlar y detener la contaminación por plástico, material que se fabrica a partir de combustibles fósiles y químicos tóxicos, pero eso no sucedió.
Dentro de los avances que se podrían mencionar, está el trabajo de los grupos de contactos en la compilación de los documentos enviados por los gobiernos antes de la CIN3. La discusión estuvo básicamente concentrada en si estos reflejaban lo que los países habían suministrado. A su vez, hubo presentación de nuevas propuestas, porque el texto en lugar de ser revisado y simplificado se complejizó y aumentó de tamaño en el transcurso de la semana.
Con el objetivo de avanzar en el borrador Cero entre la CIN3 y la CIN4 varios países propusieron trabajar entre sesiones sobre productos químicos y polímeros preocupantes y productos plásticos problemáticos y evitables. Sin embargo, los términos del tratado nunca se abordaron realmente, y un pequeño número de naciones productoras de petróleo –particularmente Irán, Arabia Saudita y Rusia– fueron acusadas de emplear tácticas dilatorias vistas en rondas de negociación anteriores para obstaculizar el progreso. Como resultado, no habrá sesiones de trabajo entre la CIN3 y la CIN4.
¿Qué nos espera a corto plazo?
Lamentablemente todo indica que los avances serán extremadamente lentos. Los países petroleros harán todo lo posible para que el tratado no avance, y para que este se concentre y convierta en el manejo de los residuos plásticos y el reciclaje en vez de enfocarse en la eliminación gradual de la producción de plásticos.
La industria dijo que se necesitaba más apoyo para la «circularidad» -en la que los productos nunca se convierten en desechos, sino que se reutilizan, reciclan o mantienen en uso- también mencionó y que estaba invirtiendo miles de millones de dólares en infraestructura de reciclaje y diseño de envases.
Sin medidas concretas para frenar el crecimiento de plástico nuevo, cualquier tratado será débil e ineficaz. Por otro lado, el reciclaje no es la solución al problema de la contaminación, al igual que otras falsas alternativas que se intentan imponer.
Sabemos que la producción de plástico se ha duplicado en los últimos 20 años y, al ritmo actual, podría triplicarse para 2050 si no se toman medidas.
Se necesitan acciones urgentes!
La contaminación plástica se vuelve cada vez más visible tanto en tierra como en las vías fluviales. Con más de 10 mil millones de toneladas de plástico producido desde la década de 1950, los estudios muestran que más de 8 mil millones de toneladas ahora son residuos, con entre 10 y 15 millones de toneladas de plástico filtrándose al medio marino cada año.
Alrededor de 60 países denominados «Coalición de Alta Ambición para acabar con la contaminación por plásticos», liderado por Noruega y Rwanda, pidieron que el tratado eliminara algunos productos plásticos mediante prohibiciones y eliminaciones graduales, y consagrara reglas para reducir la producción y el consumo de plástico.
Quedan otras dos rondas de negociaciones en 2024, la primera en Canadá en abril y luego en Corea del Sur en noviembre, con el objetivo de tener un texto de tratado a mediados de 2025. Todo indica que este calendario no logrará cumplirse sin sesiones extras entre las rondas de negociaciones.
Por ahora habrá que apostar a que a nivel nacional los países tomen medidas con relación a la contaminación por plástico en toda la cadena productiva, y no esperar al menos dos años más a que el tratado les entregue pautas para enfrentar un tema tan contaminante para la salud humana y el ambiente.
Estudios han vinculado la producción insostenible y los subsiguientes patrones de consumo al crecimiento exponencial de la contaminación plástica, que impacta la salud humana, así como la salud de los ecosistemas terrestres y ecosistemas marinos. En 2022, hubo informes de partículas de plástico encontrado en los pulmones humanos y en la sangre humana; y un informe de 2021 encontró microplásticos en la placenta humana.
Existen suficientes evidencias de la contaminación por plástico, sin embargo, las medidas son escasas, el presente plástico es abrumador. Las negociaciones internacionales no hacen más que regalarle más tiempo a la industria para seguir lucrando y contaminando, mientras los gobiernos quedan paralizados esperando un texto internacional que nunca será la solución real esperada. El tratado que se está negociando debería tratar sobre salud y medio ambiente, y no sobre negocios.
María Isabel Cárcamo
28 de noviembre 2023