El cambio climático
y el peligro de las sustancias altamente contaminantes
Mientras
en el mundo se derraman lágrimas al leer informes de sufrimiento
humano y se miran con horror las imágenes de la devastación
causada por el tifón Haiyan en Filipinas del pasado 8 de noviembre,
el debate sobre el cambio climático simplemente continúa.
Lo que se cuestiona aún es si el aumento de los casos de súper-
tormentas como Haiyan son generados a causa del cambio climático
antropogénico, es decir el causado por las actividades humanas
de gran producción de gases de efecto invernadero.
A pocos días
del tifón, se realiza la 19 ª Conferencia de las Partes
del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
y sale a la luz pública un resumen redactado por el Panel Intergubernamental
de Expertos sobre los impactos del calentamiento global.
Sin embargo,
no se le da la misma difusión a estudios que demuestran uno de
los problemas más graves del cambio climático y que tendrá
consecuencias mortales, el aumento de la exposición a químicos
altamente tóxicos.
En una amplia
colección de estudios y revisiones científicas publicadas
a principios de este año en “Toxicología y Química
Ambiental”, los científicos investigaron una gama de temas
relacionados al cambio climático global y los impactos toxicológicos
sobre el medio ambiente y la salud, donde en los resultados se plantean
algunas preguntas y preocupaciones graves.
Un estudio
llamado, “La toxicología del cambio climático: los
contaminantes ambientales en un mundo que se calienta”, se pone
de manifiesto que el calentamiento global puede afectar el movimiento
y los niveles de los productos químicos, como es el caso de los
plaguicidas organoclorados (los más comunes incluyen el DDT,
DDE, hexaclorobenceno ( HCB ) en el medio ambiente. El estudio también
evaluó cómo el cambio climático podría debilitar
la capacidad de los animales y los seres humanos a tolerar estos productos
químicos.
Otro estudio,
“Combinación y efectos interactivos del cambio climático
global y los tóxicos en las poblaciones y comunidades”,
postula que podría ocurrir el problema opuesto. Dado que la exposición
a químicos aumentan, las poblaciones sensibles de animales y
humanos podrían experimentar una capacidad reducida de manejar
temperaturas extremas, fuertes tormentas, falta de alimentos y otros
peligros del cambio climático. Así, cuando los futuros
tifones Haiyans ocurran, escasez de alimentos y el aumento de las temperaturas
conectadas al cambio climático se produzcan, la capacidad de
adaptarse y sobrevivir, puede verse afectada, y con esta situación,
aumentar las dificultades de sobrevivencia y las muertes.
En una entrevista
a, Michael Hooper , Ph.D., biólogo investigador del Centro de
Investigación Ambiental de Columbia, Misuri, EE.UU. y uno de
los científicos que participó en los estudios, apunta
que “el cambio climático también podría hacer
que las sustancias químicas fuesen aún más tóxicas,
por un período de tiempo más largo o en una mayor concentración
en el cuerpo”, y agrega que la conexión entre el cambio
climático y el aumento de los riesgos químicos tóxicos
no es algo nuevo.
En efecto, el Convenio de Estocolmo, tratado internacional creado en
2001 para eliminar o reducir la liberación de contaminantes orgánicos
persistentes (COPs) en el medio ambiente, adoptó una nueva medida
en octubre pasado. Se indica la necesidad de tener en cuenta el cambio
climático en los trabajos de investigación basados en
el grupo de revisión de 2011 y los efectos del calentamiento
global sobre la dinámica y la toxicidad de los (COPs).
Los COPs
son compuestos orgánicos que son resistentes a la degradación
del medio ambiente a través de procesos químicos, biológicos
y fotolíticos (descomposición por la luz) Persisten en
el medio ambiente, son capaces de transportarse a largas distancias,
se bioacumulan en los tejidos humanos y animales, y se biomagnifican
en cadenas tróficas.
Aunque se
ha prohibido el uso hace décadas de muchos de los contaminantes
orgánicos persistentes y plaguicidas organoclorados, tanto a
nivel internacional como nacional, hay otros COPs que se siguen utilizando
como es el caso de los insecticidas endosulfán, dicofol, clorpirifos
entre otros.
Además
por sus cualidades de persistencia aquellos productos químicos
prohibidos continúan amenazando tanto a humanos como las poblaciones
de animales.
Aunque no
se hayan tomado verdaderas medidas de reducción del uso de combustibles
fósiles a nivel internacional, se puede decir que por lo menos
el nivel de conciencia del cambio climático se ha elevado. No
ocurre lo mismo con la defensa de nuestros alimentos, los organismos
y el medio ambiente que se contaminan cada vez más consustancias
químicas altamente tóxicas.
La conexión
entre el aumento emergente de exposición a sustancias químicas
tóxicas y los riesgos asociados con el cambio climático,
es un hecho innegable.
Los productos
químicos tóxicos sólo harán que eventos
como el tifón Haiyan empeoren y aumenten las probabilidades de
enfermedades y de destrucción adicional.
Las alternativas
de producción de alimentos sin químicos son posibles,
es cuestión de elaborar políticas de estado y apoyarlas.
RAPAL Uruguay
Noviembre 2013
Artículo basado en:
Climate
Change Increases Storm Severity and Toxic Chemical Hazards