Amalgamas
dentales, veneno que camina en la boca de muchos
Los inicios
de las amalgamas dentales; pareciera ser que fueron los chinos en el
siglo VII los primeros en utilizar una “pasta de plata”
que contenía mercurio para empastes dentales. A lo largo de la
Edad Media, alquimistas en China y Europa observaron que el misterioso
líquido plateado, extraído del cinabrio, era volátil
y desaparecía rápidamente en forma de vapor cuando se
calentaba ligeramente. Los alquimistas estaban fascinados de como a
temperatura ambiente el mercurio disolvía el polvo de otros metales
tales como la plata, el estaño y el cobre.
A principios
de 1800, el uso de la pasta de mercurio/plata como material de obturación
dental se popularizó en Francia y el Reino Unido (Inglaterra
en particular) y fue “exportada” a los Estados Unidos de
América (USA) en los años 1830.
Algunos odontólogos
expresaron su preocupación respecto a su eficacia como material;
otros respecto a la intoxicación mercurial, pues ya era ampliamente
conocido el hecho de que la exposición al mercurio daba lugar
a claros efectos secundarios, incluso demencia y pérdida de coordinación
motora. Inmersos en este “caldo de cultivo”, en 1840 el
Dr. C. A. Harris funda la “American Society of Dental Surgeons”
(ASDS), la cual, ante las evidencias de efectos secundarios en portadores
de amalgamas, prohíbe en 1845 a sus miembros el uso de la amalgama.
Los empastes
dentales de amalgama, también llamados “amalgama de plata”,
se siguen utilizando ampliamente en muchos países del mundo,
en las bocas de muchas personas, a pesar de que diversos informes científicos
vienen advirtiendo de su peligro. Este tipo de empastes dentales son
de color gris-plateado y contienen un 50% de mercurio; siendo el mercurio
el más pernicioso de los metales pesados y el material más
tóxico después de los materiales radiactivos.
La amalgama
puede generar reacciones de alergia o hipersensibilidad y/o algún
componente de la amalgama, también puede producir hidrargirismo
o micromercurialismo, es decir, intoxicación crónica por
mercurio. En los últimos años han aparecido nuevas enfermedades
o síndromes de enfermedades, tales como la hipersensibilidad
química múltiple, el síndrome de las amalgamas
dentales, la hipersensibilidad a los campos electromagnéticos,
déficit de atención con hiperactividad en los niños,
entre otras enfermedades.
A parte de las amalgamas
causar problemas en la salud, también producen impactos ambientales
importantes.
Después que la amalgama
está en el medio ambiente, ciertos microorganismos pueden cambiar
el mercurio elemental en metilmercurio, una forma altamente tóxica
que se acumula en los peces, mariscos y animales que se alimentan de
peces. Pescados y mariscos son las principales fuentes de exposición
al metilmercurio en los seres humanos. El metilmercurio puede dañar
el cerebro de los niños y el sistema nervioso en desarrollo,
e incluso antes de que estos nazcan.
Cantidad de mercurio
dental
De acuerdo a la Organización
Mundial de la Salud, al usarse amalgama dental, “se estima que
una cantidad significativa de mercurio es liberada al ambiente "
Entre 313 and 411 toneladas
de mercurio dental es consumido cada año, esta cifra representa
el 10% del consumo mundial de mercurio, significando que la amalgama
dental es donde más mercurio se usa. Más que en: iluminación
(120-150 toneladas), dispositivos de medición (320-380 toneladas),
aparatos electrónicos (180-220 toneladas)
El mercurio dental entra
al medio ambiente a través del aire vía cremación,
emisiones en las clínicas dentales, incineración de lodos
contaminados, entre otras fuentes. En el agua vía desechos en
clínicas dentales y el suelo vía vertederos y entierros.
Muchos usuarios de las amalgamas
dan como razón para su uso, su bajo costo, sin embargo esto no
es así, si se incluye su impacto medioambiental, pues un informe
económico muestra que el costo real de cada amalgama dental se
incrementa enormemente del precio inicial cuando se le añaden
los costos ambientales.
Alternativas sin
mercurio
Hay varias alternativas hoy
en día al uso de las amalgamas, tan eficientes, que el uso de
las amalgamas en algunos países está siendo eliminado
y en otro reducido su uso significativamente. En Noruega, Suecia y Dinamarca
las amalgamas están prohibidas, en otros países existe
la prohibición para ciertos grupos poblacionales o se advierte
sobre su uso, o el paciente debe firmar un Consentimiento Informado
para admitir que se las pongan dado el riesgo para la salud.
Las alternativas a las amalgamas dentales están disponibles,
son eficaces y asequibles, solo falta que a nivel país haya un
cambio de política para su eliminación y se promuevan
alternativas no contaminantes, comenzando por los niños en general
y en particular en los dientes de leche y las mujeres embarazadas, por
ser las poblaciones más vulnerables.
Estas medidas, no solo ayudaran
a la salud de la gente, sino que también al medio ambiente.
RAPAL Uruguay
Octubre 2013