Logros y desafíos de la Red de Acción en Plaguicidas luego de 25 años de trabajo

Entre el 28 de noviembre y el 3 de diciembre de 2007, miembros de todo el mundo de la Red Internacional de Acción sobre Plaguicidas (PAN en inglés) se reunieron para participar de la 6ª reunión internacional de la organización. RAPAL Uruguay estuvo presente en esta reunión, que se realizó en la misma ciudad malaya en la que 25 años atrás se fundó esta Red: Penang.

PAN es una red de más de 600 organizaciones no gubernamentales, instituciones e individuos, que en más de 90 países trabajan para reemplazar el uso de plaguicidas peligrosos por alternativas ecológicamente sanas y socialmente justas.

En 1982, representantes de la sociedad civil de 16 países se reunieron en Penang para compartir su preocupación sobre los plaguicidas. El grupo desafió la visión de la llamada “Revolución Verde” de insumos intensivos como una solución al hambre y a los problemas rurales.

Después de 25 años los grupos de PAN, han logrado que se adoptasen innumerables leyes y regulaciones nacionales que prohíben y restringen el uso de los plaguicidas, que protegen a la gente y al ambiente de la exposición a estas sustancias. Sin embargo, las exigencias cada día son mayores y se deben enfrentar nuevos desafíos.

En la declaración de principios adoptada en esta reunión, PAN hace un llamado a la generación de conciencia acerca del peligro de los cultivos transgenicos (OGMs) y a desarrollar campañas para detener el desarrollo y el uso de lo OGMs en los alimentos, agricultura, cultivos farmacéuticos y animales, árboles transgénicos y prevenir la liberación de la semilla Terminador, exigiendo la implementación del Principio de Precaución.

La incorporación de los árboles transgenicos al trabajo de PAN es un elemento fundamental por la lucha al modelo impuesto por las grandes transnacionales. Aparte de que estos generan nuevos riesgos e incertidumbre, los árboles transgénicos exacerbarán los impactos de los grandes monocultivos forestales, que ocupan tierras antes destinadas a la producción de alimentos. Uno de tales impactos es el del consumo de agua, que aumentaría enormemente, dado que una de las características que se pretende introducir es la de un crecimiento todavía más rápido de los árboles, que implicaría un mayor uso de agua. Ello tendría impactos que afectarían aun más, tanto a nivel local como nacional, a la soberanía alimentaria.

Otro elemento incorporado al trabajo de PAN es la oposición a la liberación de semillas Terminator, ya que con la liberación de estas semillas se profundizará aún más el control de la agricultura por las grandes multinacionales. Las semillas Terminator han sido diseñadas para que los frutos resultantes de su siembra contengan semillas estériles, impidiendo así que l@s agricultor@s y campesin@s puedan guardar semillas para volverlas a sembrar. De este modo, las empresas productoras y vendedores de tales semillas se asegurarían el control completo sobre la producción agrícola.

Después de 25 años de trabajo PAN reafirma el compromiso de avanzar en el manejo ecológico de producción y eliminar la producción, comercialización y el uso de plaguicidas peligrosos, mientras tanto avanza la Soberanía Alimentaria de los pueblos y la producción sustentable y el consumo sustentable de la energía. Se rechazó rotundamente el paradigma de que el mundo sólo puede ser alimentado con plaguicidas, ingeniería genética, y la extracción de recursos no renovables que destruyen a la gente, los animales, la tierra, el aire y el agua y que sobrecalientan nuestro planeta.

PAN se comprometió a fortalecer las iniciativas y luchas de los pueblos que trabajan por el avance de los derechos humanos, por una alimentación sana, por la conservación de los recursos de la tierra y por un ambiente sano y a apoyar los sistemas de producción alimentaría que son ambientalmente sustentable y socialmente justos.

Finalmente, en la declaración PAN demanda que su llamado colectivo por justicia y por la salud planetaria sea escuchado, para poder así proteger la capacidad de la tierra de mantener tanto a quienes viven ahora como a quienes vendrán.

RAPAL Uruguay
Enero 2008