¿Por
qué se debería de eliminar el glifosato?
Un nuevo
informe de Greenpeace y GM Freeze (campaña que se lleva a cabo
en Gran Bretaña para detener el avance de los organismos genéticamente
modificados) en el que se analizaron casi 200 estudios científicos
independientes muestran que el ampliamente utilizado herbicida glifosato
utilizado está lejos de ser seguro.
El glifosato
es el ingrediente activo de Roundup, comercializado por la transnacional
Monsanto. Los estudios vinculan la exposición al glifosato
con el cáncer, defectos congénitos y enfermedades neurológicas
(como el Parkinson). Las pruebas de laboratorio sugieren que el glifosato
puede causar daño a las células, incluyendo células
de embriones humanos. Los estudios también indican que el glifosato
puede interferir con el equilibrio hormonal.
La evidencia
también muestra que el glifosato puede afectar negativamente
a los ríos y la vida acuática, así como podría
afectar los nutrientes en el suelo, la exponiendo así a las
plantas a enfermedades y podría terminar contaminando el agua
potable.
El glifosato
se utiliza ampliamente en los cultivos modificados genéticamente
tolerantes al herbicida, lo que permite la fumigación masiva
de Roundup para eliminar todas las hierbas que rodean el cultivo pero
no a éste.
El resultado ha sido que las hierbas indeseadas se están volviendo
cada vez más resistentes a los herbicidas basados en glifosato
como Roundup, lo que ha llevado a los agricultores a utilizar productos
químicos más tóxicos para poder “combatir”
una nueva raza de "supermalezas". Esta escalada de los plaguicidas
se ha convertido en una "carrera armamentista" dejando como
resultado una carga tóxica enorme en la salud de las personas
y el medio ambiente.
Glifosato
en Uruguay
En nuestro
país es el herbicida con mayor uso, tanto en los cultivos agrícolas
como en la forestación, monocultivos que superan ampliamente
los dos millones de hectáreas.
Según
datos de la Dirección de Servicios Agrícolas, dependencia
del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca durante el
2010 el país importó alrededor de 38.000 toneladas de
glifosato entre principio activo y formulado. Todos ellos fueron usados
en nuestros suelos y probablemente una parte importante ha escurrido
y llegado a nuestras aguas, en tanto que otra parte ha quedado depositada
en el suelo, donde permanecerá al menos durante un par de años.
En un estudio
realizado el año pasado en nuestro país se constaron
altos niveles de glifosato en suelos forestales donde la aplicación
de este herbicida había ocurrido tres años atrás
de haberse tomado la muestra.
Cultivos
transgénicos tolerantes al glifosato
La soja
transgénica cultivada en nuestro país es tolerante al
glifosato; esto quiere decir que mata todo lo que está a su
alrededor menos a la soja. En la zafra 2010/2011 se cultivaron arriba
de un millón de hectáreas a todas las cuales se les
aplicó a lo menos dos veces este herbicida.
En el mes
de junio recién pasado cinco nuevos maíces transgénicos
han sido aprobados, cuatro de ellos son tolerantes al glifosato. Esto
implicará un aumento en el uso de este herbicida y por tanto
de contaminación.
Estudios
a nivel mundial muestran los impactos a todo nivel que produce este
herbicida. Mientras esto ocurre, nuestro país promueve aún
más su uso, tanto a nivel forestal, como en el sector agrícola
autorizando nuevos cultivos transgénicos.
Para acceder
al informe completo de Greenpeace y GM Freeze clack aquí:
http://www.greenpeace.org/international/Global/international/publications/agriculture/2011/363%20-%20GlyphoReportDEF-LR.pdf
RAPAL Uruguay
Julio 2011