Grave
peligro para la Tierra y la vida: el gran Reinicio del Capitalismo
(Great Reset)
Si miramos
bien, estamos ante una propuesta corporativista, un capitalismo de
los grupos de que no contempla las grandes mayorías de la humanidad.
Estas están fuera de su radar.
Se ha abierto en todo mundo un grande debate sobre qué mundo
vendrá en la pospandemia. Son muchas las proyecciones, algunas
optimistas, que suponen que la humanidad ha aprendido la lección
de la Covid-19: desarrollar una relación amigable con la naturaleza;
las sociedades deberán superar las profundas desigualdades
actuales en la línea de la encíclica Fratelli tutti
del Papa Francisco: que todos se sientan hermanos y hermanas, también
con los seres de la naturaleza, y no sus amos y señores, en
caso contrario nadie se salvará (Ft n.32).
Lo que sin embargo causa grave preocupación es el llamado Great
Reset, Gran Reinicio, en nuestro dialecto, “LaGran Reanudación”
del orden capitalista mundial. Esta expresión fue sugerida
por el príncipe Charles juntamente con el Coordinador del Foro
Económico Mundial, Klaus Schwab. Este orden esta urdido por
aquellos que el informe de la OXFAM “Tiempo de Cuidar”,
(ONG inglesa que mide los niveles de riqueza y de pobreza en el mundo),
señala como los pocos multimillonarios. Según esa fuente,
en 2019 había 2.153 individuos que tenían más
riqueza que 4.600 millones de personas. El 1% de este grupo tiene
más del doble de la riqueza de 6.900 millones de personas.
Con la pandemia se
han hecho todavía más ricos. Sólo estos datos
revelan una economía gravemente enferma y nada saludable, un
virus.
Este grupo de multimillonarios, como aparece claramente en las sugerencias
del Foro Económico Mundial del 21-24 de enero de 2020 (el próximo
será en agosto de 2021 en Singapur) proyecta un Nuevo Orden
Mundial. Klaus Schwab, el fundador y coordinador del FEM, junto con
el economista Terry Malleret, dice en su libro Covid-19 theGreat Reset:
“La pandemia representa una rara ventana de oportunidad para
reflexionar, reimaginar y reiniciar el mundo”.
Si miramos bien, estamos ante una propuesta corporativista, un capitalismo
de los grupos de interés (StakeholderCapitalism) que no contempla
las grandes mayorías de la humanidad. Estas están fuera
de su radar. Serán participantes solamente los que se encuentran
dentro de la burbuja del orden del capital. Las siete temáticas
son incluso de buen auspicio: cómo salvar el planeta, economías
más justas, tecnologías para el bien, entre otras. Sin
embargo, cuando se enumeran los riesgos globales, se mencionan guerras
accidentales, agitación anárquica, exploración
de mentes, control neuroquímico, pequeñas armas nucleares
y otras.
Aparentan incluso sensibilidad social, tal como establecer la soñada
“renta mínima universal”, garantizar la asistencia
médica global, asegurar un futuro resiliente, igualitario y
sostenible y buscar un nuevo contrato social mundial. Pero por otro
lado, llenos de miedo por las reacciones de todo el mundo contra un
nuevo despotismo cibernético impuesto por ellos, sugieren el
Score Social, una estrategia centralizada de vigilancia del comportamiento
de los individuos y de todas las sociedades mediante el uso intensivo
de inteligencia artificial. Sería capitalismo de vigilancia.
Son bellas palabras, pero solo palabras. No se habla nunca de cambiar
el paradigma devastador de los bienes y servicios de la naturaleza,
ese que probó la irrupción de una gama de virus y ahora
la letal Covid-19; no se cuestionael DNA del capital que siempre quiere
crecer y lucrarse por todos los medios posibles. No se refiere a la
Sobrecarga de la Tierra (The Earth Overshoot), es decir,
al agotamiento de los “recursos” naturales para nuestra
subsistencia. De igual manera, no toman conciencia de las nueve fronteras
planetarias (Nine Planet Boundaries) que de ninguna manera
pueden ser traspasadas bajo peligro de colapsar nuestra civilización.
Cosa peligrosísima: el Gran Reinicio no excluye la guerra como
medio económico, geoestratégico y de enfrentamiento
violento, sabiéndose que una guerra hoy en día puede
poner fin a la especie humana, especialmente a partir de Ucrania,
el punto más sensible del enfrentamiento con Rusia. Esta puede
destruir Europa en pocos minutos. El Foro solo busca limar los dientes
del león pero no quitarle su voracidad. Como máximo
llega a un capitalismo verde, donde el verde disfraza la
dinámica acumuladora y excluyente del sistema del capital que
permanece intocable.
Somos de la opinión de que ese Gran Reinicio (Great Reset)
no va a prosperar por el simple hecho de que la Tierra-Gaia ha llegado
a los límites de su sostenibilidad; no aguanta más la
rapiña del orden del capital en beneficio de unos pocos lanzando
a miles de millones a la miseria y el hambre. Como algunos epidemiólogos
ya dijeron: si no cambiamos el tipo de relación devastadora
con la naturaleza, esta nos enviará virus todavía más
letales que podrán destruir gran parte de la humanidad.
Todo podría ser diferente. Por ejemplo, la Directora Ejecutiva
de Oxfam, Katia Maria, afirmó: “Si la población
del1% más rico del mundo pagase un impuesto extra del 0,5%
sobre la riqueza, en los próximos 10 años sería
posible crear 117 millones de empleos en educación, sanidad
y cuidado de personas mayores”. La solución debe
venir de abajo, como afirma con frecuencia el Papa Francisco: de la
articulación de todos los movimientos sociales mundiales, de
aquellos que están en el Foro Social Mundial, haciendo coro
con los humanistas y también con los economistas que reafirman
la tesis básica de la Economía de Francisco y Clara
del actual Pontífice: una economía fundada en la solidaridad,
en la cooperación, en la ecología, en la circulación,
en la reutilización, en fin, una economía humana para
los humanos. Si no caminamos en esta dirección, es muy posible
que se cumpla la advertencia de Zygmunt Bauman: “engrosaremos
el cortejo de los que caminan en dirección a su propia sepultura”.
-
Leonardo Boff es ecoteólogo y filósofo
Traducción de Mª José Gavito Milano