El mandato de la FAO es
acabar con el hambre: ¿lo está haciendo?
Durante los 10-13 de abril se
llevó a cabo en Brasilia la Conferencia Especial para la Soberanía
Alimentaría, por los Derechos y la Vida. Participantes de 20
países se reunieron para analizar el desarrollo económico
y social de América Latina, el modelo industrial de agricultura
y pesca y sus efectos sociales y climáticos, y las alternativas
basadas en la soberanía alimentaría.
Esta reunión se desarrolló
en el marco de la Conferencia regional de FAO y fue organizada por
el Comité Internacional para la Soberanía Alimentaría
de América Latina y el Caribe.
Durante la reunión los
participantes elaboraron una declaración, en la que se afirma
“que la soberanía alimentaría es un principio,
una visión y un legado construido por los Pueblos Indígenas,
campesinos, agricultores familiares, pescadores, mujeres, jóvenes
y trabajadores rurales, la que se ha convertido en una plataforma
aglutinadora de nuestras luchas y en una propuesta para la sociedad
en su conjunto”.
En la misma, los participantes
resaltaron que:
“- el hambre y la pobreza,
no son producto de la casualidad, sino de un modelo que viola el derecho
a la vida digna de las personas y de los pueblos
- la crisis del modelo dominante de producción y distribución
de alimentos se refleja hoy, en la especulación a gran escala
de los mismos y en el alza injustificada de los precios y esta alza
no puede convertirse en excusa para el uso de transgénicos,
plaguicidas y de tecnologías que reproducen este modo de producción.
- las consecuencias del cambio climático confirman las responsabilidades
de las transnacionales y los países del Norte se benefician
de las soluciones de mercado, establecidas en el marco de las negociaciones
de la Convención de Cambio Climático, el planeta, la
tierra, los océanos y los ecosistemas que mantienen la vida,
están en riesgo como nunca antes en la historia de la humanidad.
- el calentamiento global y el cambio climático, afectan con
especial violencia a los Campesinos, Pueblos indígenas y Pescadores
- es necesario la recuperación de la autonomía y la
soberanía alimentaria, cultural y política para los
pueblos y que esto requiere de políticas y programas que fomenten
la producción de la agricultura campesina, familiar e indígena,
además de la pesca artesanal, como garantía para acceder
a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes, y como un aporte económico
fundamental en el sostenimiento de las sociedades actuales.
- es necesario valorar y promover a la agroecología como único
modo de producir alimentos de alta calidad, respetando los ecosistemas
y reconociendo los conocimientos de los campesinos, indígenas
y agricultores familiares”.
Al mismo tiempo, los representantes
expresaron su más enérgico rechazo a “la generación,
desarrollo y uso de agro combustibles y toda la generación
de energía a través de la biomasa, tal como viene siendo
promovida por gobiernos, corporaciones, agencias de ayuda, las Naciones
Unidas, las instituciones financieras internacionales y demás
agentes interesados en su producción a gran escala y en su
comercio internacional”. Del mismo modo, rechazaron “el
desarrollo e imposición de organismos genéticamente
modificados, que acompañados de un paquete tecnológico
basado en plaguicidas han ido reemplazando sistemáticamente
a los cultivos tradicionales, volviendo cada vez más precaria
y dependiente la vida de los pueblos”.
La declaración resume la
situación en estos términos: “En el momento
actual, nos encontramos ante la disyuntiva de promover un modelo basado
en los agronegocios, en la pesca de gran escala, orientados a la exportación
y para lucro de unos cuantos, o bien promover una agricultura campesina,
indígena y familiar, con su diversidad de sistemas productivos
basada en relaciones de género justas, en la enorme riqueza
de conocimientos y prácticas acumuladas por generaciones de
hombres y mujeres que busca la producción de alimentos y el
bienestar sostenible de las personas.”
Dado que la Conferencia Especial
se realizó en el marco de la 30ª Conferencia Regional
de la FAO, la declaración enfatiza que “La FAO, no
debe ser reducida a un órgano técnico intergubernamental,
sino que puede y debe ser un agente activo en la lucha contra el hambre
y la pobreza e impulse el mantenimiento y la recuperación de
los modos tradicionales de producción de alimentos, comprometiéndose
de manera prioritaria con la realización del derecho a la alimentación,
en el marco de la soberanía alimentaría y creando un
entorno propicio para un diálogo eficaz de alto nivel entre
los gobiernos y los movimientos y organizaciones sociales.”
La “Declaración
de la Conferencia Especial para la Soberanía Alimentaria, por
los Derechos y la Vida” está disponible aquí:
http://webs.chasque.net/~rapaluy1/organicos/Declaracion_Brasilia.pdf
RAPAL Uruguay
Abril 2008