Producción
basada en biodiversidad y protección de los ecosistemas
En el marco del Programa Interinstitucional de Promoción de Consumo
Saludable de Frutas y Hortalizas, la Intendencia de Montevideo auspició
el día 6 de mayo la jornada de la “Manzana en la Sede”,
actividad que se desarrolló en el predio La
Macarena. Este establecimiento frutícola, ubicado en el Rincón
de Melilla, “Al Final del Humedal”, a solo 30 minutos del
centro de Montevideo, apuesta al mantenimiento de la biodiversidad dentro
de un predio frutícola productivo.
Los
participantes de esta actividad tuvimos la posibilidad de experimentar
de la cosecha de manzana con nuestras propias manos, variedad de exportación
Pink Lady.
Previo
a la realización de la cosecha se recorrió un área
del predio que se encuentra en la zona protegida del humedal de Santa
Lucía. Se pudo observar y recorrer parte del monte nativo, humedales
de agua salada y fauna autóctona, en la que tuvimos el placer
de disfrutar al “Siete vestidos” pájaro típico
de esa zona.
El
predio en su totalidad comprende una superficie de 85 hectáreas
y está ubicado en la zona de Rincón de Melilla, al noroeste
de Montevideo, prácticamente en el límite con los departamentos
de San José y Canelones. Del total, 40 hectáreas son bañados
y 23,5 plantaciones de diversos frutales, en su mayoría de hoja
caduca, (duraznos, ciruela, manzana, peras y arándanos) los cuales
cubren un período de cosecha que se inicia a fines de octubre
de cada año y finaliza a fines de mayo.
El
establecimiento cuenta con características ideales para la biodiversidad
productiva, ya que su geografía y clima ofrecen condiciones propicias
para el desarrollo de frutas de hoja caduca de buena calidad y sus sectores
naturales, con sistemas de conservación y recuperación
de flora y fauna nativas, aseguran una alta biodiversidad.
De
acuerdo a sus dueños el objetivo es la producción de frutas
y derivados con un alto estándar de calidad, lo cual les permite
exportar la mayoría en conjunto, asegurando el cuidado del medio
ambiente a través de políticas de buenas prácticas
agrícolas. “El principal objetivo de nuestro emprendimiento
es la producción de frutos diversos, pero haciendo hincapié
en el cuidado del medio ambiente que nos rodea”, agregan.
Programa
de manejo regional de plagas
En
el año 2010, comienza un programa de manejo regional de plagas
en el área de Melilla, llevado adelante por productores de la
cooperativa “JUMECAL” e instituciones como la Agencia Nacional
de Investigación e Innovación, (ANII), Instituto Nacional
de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Facultad de Agronomía
de la Universidad de la República.
El
objetivo del proyecto, es el manejo de las principales plagas que afectan
a los cultivos frutícolas de hoja caduca, mediante el uso del
método de “confusión sexual. El proyecto involucra
áreas importantes en superficie, donde participan muchos productores
en forma conjunta y no solo predios individuales.
De
acuerdo con los dueños de La Macarena, este sistema de control
de plagas les permitiría realizar un manejo racional de las plagas,
disminuyendo las aplicaciones de insecticidas y preservando de una forma
más eficaz el medio ambiente que les rodea.
El
área final involucrada en el ensayo será de 300 hectáreas,
pero indudablemente se espera que la zona en su totalidad adopte dicho
sistema como forma de manejo de las plagas, para sus cultivos. Agregan
que, “convencidos de esta nueva alternativa en el control de los
insectos, es que nuestra empresa a pesar de estar fuera del área
del ensayo, por iniciativa propia y en conjunto con predios vecinos
dio comienzo con el programa propuesto.
En
este primer año de trabajo, se involucró el sistema de
control de plagas en un área de 6 hectáreas, cubriendo
en su totalidad la variedad Cripp’s Pink, y una parte de la pera
William’s. Agregan que ”los resultados primarios son alentadores
y promisorios, lo cual nos alienta a seguir con dicha propuesta”.
La
visita al predio La Macarena fue altamente disfrutable, no solo por
haber tenido la posibilidad de recorrer ecosistemas únicos de
nuestro país, sino por haber conocido un emprendimiento basado
en la diversidad de producción, reducción del uso de insecticidas
basado en alternativas de control biológico y por el cuidado
de los ecosistemas al que sus dueños apuestan como parte de una
producción que finalmente redunda en un equilibrio ecológico.
RAPAL Uruguay
Mayo 2011