Manejo
Ecológico de Plagas y Enfermedades - Alternativas
para el Uso de Plaguicidas
Introducción
La agricultura
moderna, al organizar la producción en forma muy alejada de
los sistemas naturales, ha producido graves trastornos y problemas
como la pérdida de fertilidad natural, pérdida de suelos
por erosión y graves problemas de plagas y enfermedades.
Estas dos
últimas son enfrentadas como fenómenos aislados del
conjunto del sistema agroecológico, tratando de eliminarlas
mediante el uso intensivo de productos químicos, como única
medida de control. Los problemas de fertilidad se resuelven con la
adición de fertilizantes sintéticos muy solubles que
dañan los microorganismos del suelo, responsables de la fertilidad
natural de éste.
Estos sistemas,
si bien aparentemente simples y efectivos presentan un número
importante de debilidades como son la destrucción de los controladores
naturales, perdiéndose la capacidad de regulación natural;
la formación de resistencia en algunas especies; resurgencia
de plagas potenciales; costos crecientes debido a la mayor incidencia
y resistencia de las plagas y enfermedades; y, lo que no es menos
grave, problemas crecientes de contaminación del medio ambiente,
de los trabajadores y habitantes del medio rural y de los productos
destinados al consumo.
Las plagas
y enfermedades son consecuencia del deterioro del medio natural y
de la destrucción de los equilibrios naturales. Son por lo
tanto enfermedades del ecosistema. La solución mas acertada
implica ir más allá de los efectos, buscando corregir
las causas del problema. Frente a la presencia de plagas es necesario
preguntarse: ¿Por qué esta especie se encuentra fuera
de control? ¿Qué factor o circunstancias han permitido
su desarrollo descontrolado? ¿Por qué no están
actuando adecuadamente los controladores naturales?
La base
de una estrategia de manejo ecológico de plagas y enfermedades,
es hacer un reordenamiento de las unidades de producción, de
modo de alcanzar una mayor estabilidad ecológica. La agricultura
orgánica se basa en este reordenamiento, en la búsqueda
de un medio ambiente en equilibrio, practicando la coexistencia con
la naturaleza, tratando de estimular sus sistemas y potenciar sus
capacidades. Se trata de maximizar la capacidad productiva a través
de la biodiversidad; proporcionando condiciones óptimas a la
fertilidad natural, favoreciendo la vida del suelo para lograr una
producción eficiente, sana y sostenible.
La biodiversidad
juega un rol principal en la mantención de los equilibrios
ecológicos. Mientras más especies coexisten en el ecosistema,
mayor es la estabilidad del sistema natural o del ecosistema predial.
Mientras más limpio estén los terrenos de vegetación
natural y menor sea la diversidad la diversidad de rubros, la agresividad,
velocidad de crecimiento y recurrencia de las poblaciones de plagas
y enfermedades será mayor.
Un suelo
sano y con buena fertilidad natural permite una alimentación
equilibrada, que produce plantas sanas con un alto grado de resistencia
a las plagas y enfermedades.
El manejo
ecológico de plagas y enfermedades
Es un concepto
de regulación de plagas y enfermedades que utiliza de manera
integrada elementos del agroecosistema, basándose en conocimientos
relacionados con los ciclos biológicos de las especies potencialmente
plagas y de sus biorreguladores, como también sobre manejo
de la biodiversidad y manejo ecológico de suelos (MES). Su
carácter sostenible está dado porque su primera prioridad
es recuperar, en forma permanente, el equilibrio de los elementos
de los ecosistemas (suelos, agua y biodiversidad biológica).
La agricultura
ecológica busca fortalecer los factores naturales que regulan
las plagas y enfermedades, de modo de crear condiciones de inmunidad
y prevención, donde los factores de resistencia actúen
evitando el desarrollo exagerado de los organismos potencialmente
perjudiciales. En lo fundamental, se busca estimular el establecimiento
y desarrollo de los enemigos naturales y generar condiciones favorables
de suelo para producir plantas sanas y resistentes a plagas y enfermedades.
El objetivo
del manejo no es eliminar los organismos potencialmente perjudiciales,
sino regular el crecimiento de sus poblaciones para evitar la necesidad
de tratamientos o acciones de represión directas. Consecuentemente,
es necesario contar siempre con un remanente de los organismos que
son plagas potenciales, para permitir la sobrevivencia y reproducción
de sus biorreguladores.
El enfoque
del manejo ecológico de plagas va más allá de
detectar síntomas. Apunta a resolver las causas, buscando las
soluciones en la raíz de los problemas. Por ello, este enfoque
está más orientado a prevenir que a curar los problemas.
En líneas generales, los principios del manejo ecológico
de plagas y enfermedades son los siguientes.
* Mantener
el suelo en óptimas condiciones de sanidad y fertilidad con
el objeto de tener plantas sanas y más resistentes al efecto
de los organismos perjudiciales.
* Mantener,
aumentar y favorecer la presencia de controladores naturales (predadores,
parasitoides entomopatógenos y microorganismos supresores).
* Regular
o producir una supresión de los organismos potencialmente perjudiciales,
cuando se produzcan desajustes.
* Conseguir
una producción orgánica rentable y de calidad.
La propuesta
agroecológica y el manejo de plagas y enfermedades
La Propuesta
Agroecológica y el Maneo de Plagas y Enfermedades.
Los aspectos más importantes de la propuesta agroecológica
en relación al manejo de plagas y enfermedades son los siguientes:
- El Diseño
Predial (Diversidad y Equilibrio).
El manejo
ecológico de plagas y enfermedades, tiene como elemento central
el reordenamiento de las unidades de producción predial.
Un buen
diseño predial constituye el punto de partida del manejo ecológico.
Debe considerar las relaciones entre los distintos componentes de
la explotación buscando una adecuada relación entre
ellos.
El diseño
deberá asegurar condiciones de máxima diversidad, lo
que favorece el equilibrio del sistema. Es imposible replicar en un
predio la diversidad presente en la naturaleza. Sin embargo, hay formas
de lograr una condición adecuada en este aspecto mediante rotaciones
con una buena variedad de cultivos, manteniendo hábitats naturales
del predio donde sea posible, y conservando en lo posible algún
ganado en una proporción adecuada.
Un predio
con un suelo balanceado y biológicamente activo será
capaz de lograr buenos rendimientos con mínima incidencia de
plagas y enfermedades.
- El control natural
y la biodiversidad
El control
natural es un concepto que se refiere al mantenimiento de la densidad
de la población de los organismos dentro de ciertos límites,
por la acción de factores naturales bióticos (controladores
naturales) y abióticos (físicos). De especial importancia
es el control biológico natural de los insectos, ácaros,
por la acción de enemigos naturales (parasitoides, predadores,
entomopatógenos) y el control biológico natural de enfermedades
por la acción de micro organismos antagonistas en la regulación
de la densidad de las poblaciones.
Si bien
hay factores abióticos que producen mortalidad y reducen las
poblaciones de insectos, son los enemigos naturales y la nutrición
equilibrada de las plantas los que, por la naturaleza de su acción,
son capaces de mantener las poblaciones en un nivel de equilibrio.
Los factores físicos como el clima, por sí solos no
pueden mantener las poblaciones en una situación de equilibrio.
Es el control natural y el mantenimiento de un cultivo resistente
a los problemas fitosanitario lo que permite el desarrollo de una
agricultura ecológica.
Esta lógica
resultará eficiente si se opera en un predio ecológicamente
sano, ya que el uso ahusivo de agrotóxicos y fertilizantes
de síntesis, destruye las bases del control natural al eliminar
gran parte de los reguladores naturales. Estos conceptos no son considerados
en el manejo convencional de plagas y enfermedades, siendo muchos
mecanismos naturales de control, anulados o reducidos sustancialmente
con las prácticas modernas de explotación.
En predios con un manejo diversificado, y un suelo biológicamente
activo, el control biológico natural se expresa con gran fuerza.
Un diseño apropiado puede permitir un alto nivel de eficiencia
en el control.
Para un
manejo eficiente de los sistemas de control, es indispensable conocer
los aspectos más básicos de la entomología y
fitopatología. Esto permite comprender mejor el comportamiento
de los patógenos e insectos y sus estados de mayor vulnerabilidad,
permitiendo la adopción de medidas de manejo más acertadas.
¿Cómo
mantener y aumentar el control biológico natural?
- Mantener zonas de
reserva de enemigos naturales y crear áreas de protección
o refugios para controladores
Debe aprovecharse
las zonas que no tienen uso o agrícola directo, tales como
bosquetes, zonas de recreación, quebradas, cercos vivos, etc.
para permitir el crecimiento de todo tipo de vegetación. La
presencia de plantas en cercos vivos y árboles autóctonos
u ornamentales son muy útiles para alojar distintos biorreguladores
en época de poscosecha.
También
se usa la siembra de cultivos trampa junto a las áreas de cultivo,
que pueden proporcionar refugio y alimentación alternativa
a los enemigos naturales, evitando los insectos plagas se localicen
en el cultivo y permitiendo el desarrollo de los controladores que
actuarán en forma oportuna evitando la propagación de
las plagas.
Es importante
proporcionar lugares donde los controladores puedan pasar las épocas
donde las plantas carecen de follaje. Un excelente refugio se logra
usando bandas de cartón corrugado, arpillera o materiales similares,
en torno al tronco de los árboles. Esto hace posible que los
insectos benéficos permanezcan, aún cuando las condiciones
ambientales no les sean favorables.
- Disponer de alimentación
alternativa permanente para los insectos benéficos
Algunos
adultos de parasitoides de plagas (Himenóptera o Díptera)
necesitan para vivir y reproducirse, del néctar de las flores.
Esto es fundamental para la madurez de los ovarios y para una buena
fecundación, para la producción de huevos y para tener
una vida más larga. En otros casos, el aporte de polen y/o
néctar permiten la presencia de hospederos o presas alternativas.
Ej- Las cruciferas son atacadas por el Pulgón del repollo,
el cual sirve de alimento para sírfidos o chinitas, facilitando
su propagación, las cuales controlarán las colonias
que se establezcan posteriormente en las plantas cultivadas.
Por ello,
es importante la existencia de flores en las zonas de cultivo. Las
flores de las malezas pueden tener un valor muy grande, '¡ por
lo que es conveniente permitir su desarrollo donde no causen problemas:
cercos de potreros, orillas de cultivos, etc. En muchas ocasiones
será recomendable cultivar algunas plantas, asociadas o mezcladas
con los cultivos tales como algunas umbelíferas (zanahoria,
apio, hinojo), etc.
Dado que
la mayor parte de los predios con manejo convencional eliminan las
malezas, los parasitoides no tienen posibilidad de proliferar y actuar
sobre las plagas, las cuales se multiplican sin control.
Es posible
lograr altos niveles de control sobre conchuelas, pulgones, chanchitos,
pulgón lanígero y mosquitas blancas, solo con la introducción
de plantas de yuyo en huertos frutales. Se logra efectos similares
en el control de trips manteniendo presencia de plantas de hinojo,
cicuta, rábano o yuyo con flores proveedoras de polen que son
preferidas por la plaga.
Algunas
formas de introducir especies (Biodiversidad) que favorecen la presencia
y el desarrollo de los controladores naturales son:
* El uso
de cultivos intercalados y asociados aumentan la disponibilidad de
alimento y refugio para los biorreguladores.
* Los cultivos
complementarios, permiten el desarrollo de los enemigos naturales
a lo largo de las diferentes temporadas. Por ejemplo, cultivos de
alfalfa cercanos permiten que se críen los controladores naturales
que temprano en primavera controlarán el pulgón del
trigo.
* Los cultivos
escalonados, permiten que las poblaciones de controladores naturales
vayan sucediéndose en el tiempo, trasladándose dentro
del predio.
* Uso de
cercos vivos y mantención de malezas en bordes de cultivos
y áreas no cultivadas.
El manejo
ecológico del suelo
El manejo
del suelo es otro elemento central de la propuesta agro ecológica.
Recuperar, mantener y aumentar la vida del suelo es la base de la
alimentación sana y equilibrada para las plantas. La lógica
para la nutrición de las plantas en la agricultura ecológica
es que debe alimentarse la vida del suelo ya que es ella la que se
encarga de proporcionar una alimentación rica y equilibrada
a las plantas.
Los trastornos
en la alimentación favorecen el ataque de plagas y enfermedades.
Los hongos son atraídos por los azúcares simples y sustancias
nitrogenadas que circulan por la savia de las plantas; mientras que
los insectos son atraídos, generalmente por los aminoácidos
libres que circulan por ella. Por ejemplo, los pulgones son atraídos
por plantas con alto contenido de nitrógeno. Las arañitas
ponen hasta el doble de huevos diarios en plantas que han recibido
altas dosis de nitrógeno. Esto ocurre porque el metabolismo
de las plantas con una alimentación poco equilibrada es más
lento e incompleto. Un suelo rico en materia orgánica, con
buena aireación, proporciona las enzimas y los macro y micro
nutrientes necesarios para un adecuado metabolismo de las plantas.
Elemento
fundamental en el manejo ecológico del suelo, es el contenido
de materia orgánica. La materia orgánica está
formada por los residuos animales y vegetales, raíces muertas,
secreciones de las raíces vivas. Tiene como rol principal favorecer
la actividad de los organismos del suelo. Estos organismos, descomponen
la materia orgánica liberando nutrientes y transformando los
residuos en "humus". Un suelo rico en materia orgánica
¡o será también en macro y micro nutrientes. Habrá
una gran diversidad y una rica actividad biológica. Una gran
diversidad de organismos favorece el equilibrio entre ellos, ninguno
se multiplica en forma desconírolada.
- El suelo como reservorio
de biorreguladores
El suelo
es un refugio de especies biorreguladoras, tanto de predadores, parasitoides,
entomopatógenos y competidores (microorganismos con habilidad
saprofitita competitiva) o antagonista de enfermedades, los que en
condiciones agro ecológicas favorables, son útiles controladores
o reguladores de enfermedades y plagas de los cuiíivos. Durante
algunos períodos del año, el suelo se presenta como
el único medio alternativo de sobre vivencia de predadores.
Durante fas horas de mayor calor, distintas especies predadoras migran
al suelo. También una buena cantidad de pupas y adultos sobreviven
en verano, invierno o períodos libres de cultivos, entre rastrojos
o en la capa orgánica del suelo, utilizándolo como refugio.
Los estados invernantes o de resistencia de especies entomopatógenas,
que atacan insectos plagas, quedan sobre el suelo al término
del ciclo anual de las plantas cultivadas o posterior a la caída
del follaje, constituyendo un importante fuente de control.
Fuente: Revista Enlace N° 59 y 60.
Preparado por: Elizabeth Maturana Corporación CIAL.