Uruguay en
el top 5 entre los mejores países para producir biodiesel
por Virginia Lobato
Fuente: Suple Energía
- La Diaria 30/10/07
Una reciente investigación
realizada en la Universidad de Wisconsin-Madison (USA) ubica a Uruguay
dentro de los cinco países con mayor potencial para invertir
en biodiesel con destino a la exportación. Los otros cuatro países
son: Colombia, Malasia, Tailandia y Ghana.
Los investigadores Matt Johnston
y Tracey Holloway, del Instituto Nelson para Estudios Ambientales de
esa universidad, calificaron 226 países mediante una comparación
entre el límite máximo de aumento de
la producción de biodiesel en volúmenes absolutos, el
potencial para exportar biodiesel y el potencial de incremento de la
producción de aceites vegetales por aumento de los rendimientos
agrícolas. Los
resultados encontrados por país fueron, a su vez, comparados
según parámetros económicos, ambientales y energéticos.
La información utilizada para realizar la investigación
fue tomada de datos oficiales de los gobiernos y de otras variadas fuentes.
Los resultados para Uruguay estiman
el costo potencial de producción de biodiesel en U$S 0,45 por
litro, la producción potencial en 40 millones de litros anuales
y la reducción potencial de emisiones de gases de efecto invernadero
en 8.000 toneladas equivalentes de CO2.
Sin embargo, llama la atención
la estimación de los puestos de trabajo creados por este escenario:
47 en total, máxime cuando uno de los argumentos más utilizados
en la promoción del biodiesel es su colaboración a la
generación de empleo genuino. Una investigación local
en este sentido permitiría comprobar o descartar la veracidad
de esta afirmación, posiblemente basada en la fase industrial
del biodiesel y no en su etapa agrícola de producción
de materias primas, que tradicionalmente se asume que es la mayor creadora
de empleo.
Riesgo de avalancha
Mirando desde la perspectiva local,
Uruguay se encuentra actualmente en una coyuntura muy particular respecto
del biodiesel: la definición del marco legal es aguardada por
posibles y/o probables inversores nacionales, actuales productores y
futuros consumidores, amén de una amplia gama de inversionistas
extranjeros no especializados en el tema pero alertas ante la aparición
de oportunidades de negocios.
En este marco, la investigación
realizada por Johnston y Holloway viene a significar algo así
como un llamado a una avalancha anunciada de emprendimientos e inversiones,
-probablemente muy bienvenidas - en
un escenario que carece de una determinación a largo plazo del
modelo productivo que el país quiere o necesita en materia de
biodiesel. Y sin contar con que el destino es la exportación.
La actual polémica acerca
del modelo forestal y las consecuencias del mismo, deberían abrir
los ojos para tomar las precauciones necesarias y que no suceda lo mismo
con el biodiesel. Dejar al libre albedrio de los inversores privados
la determinación de la producción de biodiesel, podría
resultar en que, en un futuro cercano los uruguayos lamentemos lo que
hoy son posibilidades y mañana pueden ser hechos: monocultivo,
desplazamiento de rubros productivos tradicionales, "sojización",
depredación de recursos naturales finitos, reducción de
biodiversidad. La determinación de la escala, localización,
materias primas e insumos de los futuros emprendimientos de biodiesel
deberían estar basados en la racionalidad y el equilibrio entre
las necesidades
de consumo y la disponibilidad de recursos, pero fundamentalmente en
un criterio ecuánime, que indique razonablemente hasta dónde
se puede llegar en la producción de biodiesel con destino exportación.