La
lucha contra los transgénicos continúa
Carmelo
Ruiz Marrero
En
las elecciones generales del pasado seis de noviembre, los residentes
del estado de California votaron en torno a la Propuesta 37, la cual
hubiera hecho obligatorio el etiquetado de los alimentos transgénicos
(genéticamente modificados). La medida fue derrotada por un
estrecho margen. 48.2% de los electores votaron “sí”
y 51.8% votaron “no” (1).
En
los meses previos a las elecciones trabajé a tiempo completo
para la campaña “Sí a la 37?. En agosto las encuestas
nos daban una sólida ventaja. ¿Qué pasó?
Las industrias opuestas al etiquetado armaron una campaña de
$46 millones de “No a la 37?, cuyo principal financiador fue
la compañía de biotecnología Monsanto, que aportó
casi 19% del total del costo. A la campaña del “No”
también se sumaron las empresas de biotecnología Dupont,
Bayer Cropscience, Dow Agrosciences, BASF y Syngenta, y vendedores
de alimentos procesados como PepsiCo, Coca Cola, Kraft, Nestle, Kellogg,
Del Monte, Campbell, Heinz, Sara Lee y Hershey. (2)
Como
he señalado en ocasiones anteriores, nunca se ha demostrado
que los alimentos transgénicos sean seguros o necesarios. Estudios
científicos no financiados por la industria consistentemente
demuestran que estos productos presentan riesgos con serias implicaciones
para la salud humana (mientras que los estudios financiados por la
industria nunca encuentran ningún problema). (3)
Algunos
han argumentado que el etiquetado no es necesario pues el consumidor
puede comprar productos certificados como orgánicos y libres
de transgénicos. Pero ese argumento, que se basa en el neoliberalismo
puro, se cae de la mata pues la gran mayoría de los consumidores
estadounidenses y puertorriqueños no saben que están
ya consumiendo alimentos transgénicos. Encuestas hechas en
Estados Unidos demuestran que la mayoría del público
consumidor evitaría comprar tales alimentos si estuvieran identificados
con una etiqueta. Una encuesta de ABC News revela que 93% de los estadounidenses
quieren que los transgénicos estén debidamente etiquetados.
(4)
¿Por
qué no mejor dar la batalla en Washington? Porque a nivel federal
la influencia de empresas como Monsanto es mucho más poderosa.
El congresista Dennis Kucinich, demócrata de Ohio, presentó
en más de una ocasión un proyecto de ley que hubiera
hecho compulsorio el etiquetado en toda la nación, pero la
máquina de cabildeo de la industria de biotecnología
se encargó de aplastarlo. (5)
¿Por
qué un referéndum? ¿Por qué no tratar
la vía legislativa? Ese camino está cerrado, pues la
industria amenaza con demandar al estado que pase legislación
que afecte sus intereses. Hace apenas unos meses la legislatura del
estado de Vermont aprobó el proyecto de ley H722, el “Right
To Know Genetically Engineered Food Act”, que hubiera hecho
obligatorio el etiquetar productos transgénicos. El gobernador
Peter Shumlin se negó a firmar el proyecto debido a que Monsanto
amenazó con demandar al estado si la medida se convertía
en ley. (6)
En
Puerto Rico este asunto ya había sido planteado hace una década
por la delegación legislativa del Partido Independentista Puertorriqueño.
En 2001 el senador independentista Fernando Martín había
presentado el proyecto de ley 621, que reclamaba el etiquetado de
alimentos transgénicos en el país. De más está
decir que esta propuesta legislativa fue aplastada. Jorge Fernández
Porto, entonces asesor ambiental de la delegación legislativa,
me contó que al capitolio llegaron llamadas telefónicas
de poderosos bufetes de Nueva York que representaban grandes corporaciones
como PepsiCo, que exigían saber todo acerca del proyecto de
ley. La breve vida e infame final del proyecto de ley 621 fueron ignorados
por la prensa puertorriqueña, con la excepción de artículos
de este servidor en el semanario Claridad. (7)
¿Por
qué California? Porque es por mucho el estado más poblado
de EEUU y su economía es tan grande que si fuera un país
independiente sería la octava economía del mundo. Se
contaba con que fuera a haber un efecto dominó, que otros estados
siguieran la pauta de California y eventualmente el gobierno federal,
en ánimos de simplificar procedimientos y reglamentos de comercio
interestatal, impusiera el etiquetado como norma nacional. Ya algunos
detallistas habían expresado que si California votaba “Sí”,
etiquetarían sus productos transgénicos vendidos no
sólo en el estado sino en el resto del país.
Si
el gobierno de Estados Unidos llegara a imponer el etiquetado a nivel
nacional, tendría un efecto mundial. Los países sin
etiquetado compulsorio se verían bajo una presión enorme
para ponerse al día y seguir el ejemplo de Washington. Y esto
sería realmente el final de la llamada “revolución
biotecnológica”, ya que las encuestas demuestran consistentemente
que identificar un alimento como transgénico es el equivalente
de ponerle una calavera con huesos cruzados. Es por esto que ambos
bandos veían la contienda en California como un Stalingrado,
una batalla que determinaría el desenlace del conflicto mundial
en torno a los alimentos genéticamente modificados.
La
campaña de “No a la 37? estuvo repleta de mentiras, verdades
a medias y argumentos insensatos. Dijeron que el etiquetado subiría
los precios de los alimentos, que requeriría de una burocracia
gubernamental enorme para hacer cumplir, que era una ley escrita a
la medida para ambiciosos abogados litigadores, que los detallistas
se arruinarían por los costos de cumplimiento y por un diluvio
de demandas frívolas, etc. Todo esto era mentira, y la campaña
“Sí a la 37? refutó ampliamente estas y muchas
otras mentiras que nos tiraron.
En
los días finales antes de las elecciones, la campaña
contra la Propuesta 37 estaba gastando un millón de dolares
por día en anuncios de televisión dirigidos a meterle
miedo a la gente. En uno de éstos aparecía un tal Henry
Miller hablando como todo un experto en contra del etiquetado e identificado
como profesor de la prestigiosa Universidad de Stanford. Pero Miller
no era profesor de Stanford, reportó el diario Los Angeles
Times, sino portavoz de la organización derechista Hoover Institution.
Tuvieron que sacar el anuncio del aire cuando la campaña “Sí
a la 37? le notificó Stanford acerca de este impostor. (8)
En
otro anuncio usaron el logo de la Food and Drug Administration (FDA),
dando a entender que esta agencia federal se oponía a la 37.
Sin embargo, Morgan Liscinsky, portavoz de la FDA, hizo claro que
la agencia nunca hizo declaración alguna sobre la Propuesta
37 y que no tomaba ninguna posición sobre el referéndum.
Partidarios de “Sí a la 37? han solicitado que se haga
una investigación criminal federal por el uso inapropiado del
logo de una agencia de gobierno en una campaña electoral, argumentando
que es un caso claro de fraude e impostura. (9)
Una de mis tareas en la campaña era mantener varias páginas
de Facebook en pro de la 37. En la última semana hubo un aumento
súbito y masivo en la cantidad de comentarios negativos en
nuestros “postings”. Algunos contenían cuestionamientos
a los cuales ya habíamos respondido reiteradamente, y otros
eran puro abuso verbal. No dudamos que se trataba de una campaña
encubierta, concertada y financiada por nuestro adversario, para extenuarnos
y ponernos a perder nuestro tiempo discutiendo pico a pico con fantasmas.
No perdí mi tiempo, le dí “DELETE” a todos.
Pero el volumen de tráfico de los comentarios negativos era
tan grande que hasta eso tomaba mucho tiempo.
Los
gigantes corporativos de la biotecnología y sus aliados están
celebrando su victoria en California, pero la fiesta va a ser bien
corta. El 6 de noviembre, mientras la 37 era derrotada, los electores
del condado de San Juan en el estado de Washington votaron para prohibir
el cultivo de transgénicos en su territorio (10). Y ahora los
residentes de ese estado están en proceso de recolectar las
320 mil firmas necesarias para llevar a las urnas el año que
viene una medida estatal similar a la de California, la I-522. (11)
Además, agrupaciones de consumidores activistas de treinta
estados se han organizado a nivel nacional como la Coalition of States
for Mandatory GMO Labeling para coordinar sus campañas y llevar
a votación el etiquetado de transgénicos en sus respectivos
estados. (12)
También hay activistas llevando la pelea a la esfera federal.
Una petición en pro del etiquetado del grupo Just Label It
a la FDA ya ha recogido sobre 1.2 millones de firmas. Una petición
similar al Congreso ya tiene sobre 52 mil firmas. (13)
Y
en América Latina los luchadores no se rinden ni conceden nada.
En Perú la legislatura acaba de ratificar la prohibición
de los cultivos transgénicos (14). En México la sociedad
civil se alza contra la intención del gobierno de autorizar
la siembra de maíz transgénico en unas 2.5 millones
de hectáreas, un área del tamaño de El Salvador.
En ese país la Unión de Científicos Comprometidos
con la Sociedad ha emitido un llamado en defensa del maíz y
en contra de la invasión transgénica que ha sido suscrito
por más de 2,500 científicos, investigadores y expertos
no sólo de México sino del mundo entero, incluyendo
dos premios Nobel. (15)
En
la primera semana de diciembre culminó en Costa Rica una marcha
nacional de varios días realizada por organizaciones sociales,
campesinas, ecologistas y de mujeres en contra de la entrada del maíz
transgénico al son de “queremos maíz, Monsanto
fuera del país”. (16)
En Venezuela agrupaciones defensoras de la biodiversidad y la soberanía
alimentaria declaran que “con transgénicos no hay ALBA
ni integración latinoamericana” y le exhortan al gobierno
bolivariano a no ceder ante la presión de sectores del agronegocio,
como la FEDEAGRO, que quieren abrir el país a la invasión
de semillas genéticamente modificadas (17). En Ecuador los
transgénicos son expresamente prohibidos por la constitución
de 2008 pero el presidente Rafael Correa ya ha expresado que tal prohibición
fue un error que él ahora busca “corregir”. Tal
postura, incidentalmente, es idéntica a la de la embajada estadounidense.
Numerosas organizaciones como la Red Por una América Latina
Libre de Transgénicos, cuya sede es precisamente en Ecuador,
y la Vía Campesina, le piden al presidente que defienda la
constitución y no pretenda cambiarla, que Ecuador debe permanecer
libre de transgénicos. (18)
Monsanto
y sus aliados tendrán muchos fuegos que apagar en 2013.
El
autor es periodista y educador ambiental. Dirige el Proyecto de Bioseguridad
de Puerto Rico (http://bioseguridad.blogspot.com/). Su cuenta Twitter
es @carmeloruiz.
1) Organic Consumers Association. “Prop 37: What the ongoing
vote count tells us” http://www.organicconsumers.org/bytes/ob357.htm
2) Organic Consumers Fund. “Who is funding the California GMO
labeling ballot initiative?” http://organicconsumersfund.org/label/prop-37-funders.cfm
3) Carmelo Ruiz Marrero. “Transgénicos: Riesgosos e Innecesarios”
CCS Caracas, 30 de junio 2012. http://www.ciudadccs.info/?p=308083
4) ABC News “Skepticism of genetically modified foods”
http://abcnews.go.com/Technology/story?id=97567&page=1#.UMAQhq4QGQs
5) Ethan A. Huff “Support Rep. Kucinich’s efforts to better
regulate GMO’s” Natural News, 19 de enero 2011 http://www.naturalnews.com/031048_GMOs_Dennis_Kucinich.html
6) Will Allen y Ronnie Cummins. “Monsanto threatens to sue Vermont
over GMO labeling bill”. Organic Consumers Association, 4 de
abril 2012 http://www.organicconsumers.org/articles/article_25180.cfm
http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/Vermont
7) Carmelo Ruiz Marrero “Puerto Rico meca de experimentos con
transgénicos” Claridad, 16 de septiembre 2004 http://www.rallt.org/PAISES/LATINOAMERICA/PUERTO/puerto.htm
8) California Right to Know “No on 37 forced to pull TV ad after
misrepresenting Stanford University” 5 de octubre 2012 http://www.carighttoknow.org/no_on_37_forced_to_pull_ad
http://articles.mercola.com/sites/articles/archive/2012/10/30/prop-37-detractors.aspx
9) Anthony Gucciardi “Monsanto Funded Anti-GMO Labeling Campaign
Gets Away with Impersonating Govt. Agencies” Natural Society,
2 de noviembre 2012 http://naturalsociety.com/monsanto-funded-anti-gmo-labeling-fda-logo-quote/
10) http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/San%20Juan
11) http://www.labelitwa.org/ Organic Consumers Association “GMO
Labeling Fight Moves to Washington State” http://www.organicconsumers.org/bytes/ob356.htm
12) Alternet “Look Out Monsanto: Campaigns to Label Genetically
Engineered Foods Are Heating Up” 15 de noviembre 2012 http://www.alternet.org/food/look-out-monsanto-campaigns-label-genetically-engineered-foods-are-heating
13) http://justlabelit.org/take-action/
14) “Perú: aprueban reglamento de Ley de moratoria al
ingreso de semillas transgénicas” http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Peru_aprueban_reglamento_de_Ley_de_moratoria_al_ingreso_de_semillas_transgenicas
http://snlibretransgenicos.blogspot.com/2012/11/peru-prohibe-el-ingreso-de-productos.html
http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/Peru
15) Silvia Ribeiro “Alarma transgénica sigue en aumento”
http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Mexico_alarma_transgenica_en_aumento
http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/Mexico
16) http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/Costa%20Rica
17) http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/Venezuela
18) http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/Ecuador
Diciembre 2012