Melones con clorpirifos, el pesticida prohibido en la UE que aún supone un riesgo

El químico se inhabilitó en la Unión Europea en 2020, pero se utiliza sin restricciones en otros países desde Marruecos hasta México.

Crop sprayer spraying pesticides on crops in field. Getty Images

Hace pocas semanas se hizo pública una alerta sanitaria a causa de la presencia de residuos de clorpirifos, un pesticida prohibido en la Unión Europea desde 2020, en una partida de melones procedentes de MarruecosEspaña fue quien activó el Sistema Rápido de Alertas para Piensos y Comida (RASFF) de la Unión Europea al detectar un lote de melones marroquíes que duplicaba el máximo permitido de este insecticida empleado para combatir plagas e insectos, el cual, pese a estar prohibido en algunos países, sigue utilizándose sin restricciones en muchos otros.

A pesar de que, tras el análisis, se interrumpió de inmediato la distribución de estos melones, pocas semanas después y en plena temporada de esta fruta, es razonable plantearse si esta situación entraña algún riesgo para el consumidor. En este sentido, la asociación de consumidores FACUA-Consumidores en Acción critica que la escasa información publicada por Comisión Europea siembra la sospecha sobre todos los melones procedentes de Marruecos, ya que no da detalles sobre la empresa productora y ni tan siquiera sobre la zona del país en la que se han cultivado.

Melon growing in field. Hands holding melon. Harvesting. Melon with hands harvest in the garden.
 Alter

Según Fernando Bejarano, director de Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM) y de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (RIEC), el clorpirifos es “tóxico, persistente y acumulable y es necesario retirarlo de forma inminente de los países en los que está autorizado, desde Marruecos a México, porque no existen dosis seguras de exposición”. De hecho, el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, un tratado multilateral ambiental que busca proteger la salud humana y el medio ambiente frente a este tipo de contaminantes, ha nominado al clorpirifos para su retirada a nivel mundial dados los potenciales daños neurológicos que puede causar tras un consumo reiterado.

Efectos adversos

El consumo de clorpirifos puede causar problemas neurotóxicos, cognitivos y hormonales

En cuanto a las consecuencias del consumo repetido de clorpirifos, presente en numerosos cultivos, se encuentran, sobre todo, “efectos neurotóxicos en niños en dosis bajas, retrasos en la función cognitiva, problemas de atención y alteraciones hormonales, entre otras”, apunta Bejarano. Este divulgador y activista recuerda, además, que el clorpirifos “presenta una degradación lenta, que puede tardar varios años en manifestarse”.

La literatura científica avala esta tesis. Un estudio de 2012 publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) concluye que el grosor de la corteza cerebral se reduce significativamente como resultado de la exposición prenatal al clorpirifos. Otra investigación, en esta ocasión realizada por científicos de la Universidad de Granada y publicada en la revista científica Environmental Pollution, encontró una asociación entre la exposición de niños y niñas a pesticidas y fungicidas y un adelanto de la pubertad.

El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea detectó la presencia de clorpirifos en naranjas de Egipto Getty Images

La OCU, por su parte, asegura que “a lo largo de este 2024 en RASFF hay más de 70 notificaciones por presencia de clorpirifos en alimentos originarios de distintos países, algunos de ellos europeos, e incluso miembros de la UE: en marzo se detectaron en hojas de vid procedentes de Grecia y en centeno procedente de Francia”. Sin embargo, este organismo recuerda que “este tipo de incidencias no son alertas dirigidas a los consumidores, sino un sistema de aviso rápido entre las autoridades sanitarias europeas de problemas que se detectan en la frontera”. 

La OCU apunta también que no cabe una prevención especial con los alimentos procedentes de Marruecos, ya que “con los datos en la mano, todo apunta a que los alimentos marroquíes no son más peligrosos que otros registrados en esta red”.

Laura Conde

Fuente La Vanguardia

Junio 2024