Una nutricionista nos explica por qué los disruptores endrocrinos pueden provocar problemas como la obesidad, diabetes o infertilidad
A estas alturas, no nos extrañaría que entrara un nuevo jugador al tablero de la salud. Y así ha sido: los “disruptores endocrinos” han saltado al juego para poner nuestras hormonas patas arriba. La nutricionista y farmacéutica Salena Sainz nos explica cómo podemos controlar sus efectos. Y cuidado, «la nutrición es una de las vías más comunes por la que nuestro organismo se ve expuesto a estas sustancias», señala.
Cuando llegas a los 40, todo lo relacionado con salud hormonal, te interesa. Y es así. Ley de vida. Es parte del proceso. Comienzan nuevas etapas en las que lo que antes ni te rozaba, ahora te toca de lleno.
Y lo que está claro es que, todo lo que se pueda hacer para tener una buena salud general y en especial, hormonal -por aquello de pasar un período de peri o menopausia lo mejor posible-, bienvenido sea. Pero de lo que te hablamos hoy, no afecta sólo cuando llegas a esta década. De hecho, puede afectar gravemente hasta a los niños.
Así que dale la bienvenida a tu corcho de palabras nuevas a los disruptores endocrinos, que son los nuevos protagonistas.

Disruptores endocrinos / Istock
¿Qué son los disruptores endocrinos?
Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los disruptores endocrinos son sustancias exógenas que pueden causar efectos adversos sobre la salud en organismos intactos y en la población en general.
Estos compuestos químicos, que pueden alterar la función del sistema endocrino, se encuentran en un montón de productos del día a día, afectando tanto a hombres como a mujeres, pero con un impacto especialmente perjudicial en la salud hormonal de las mujeres y los niños.
“Algunas hormonas aumentan en nuestra sangre bajo estrés, mientras que otras disminuyen. Este estrés puede ser tanto físico, como emocional o químico y, cuando nuestro cuerpo absorbe estas sustancias químicas (disruptores endocrinos), las hormonas que regulan nuestro organismo se alteran, de forma que el cuerpo piensa que hay demasiada o muy poca cantidad de cierta hormona, impidiendo que hagan su trabajo adecuadamente”, explica Salena Sainz, nutricionista, farmacéutica y fundadora de Naturae Nutrición.
Cómo impactan en nuestra salud
La intervención de los disruptores endocrinos en el sistema hormonal se puede manifestar a través de trastornos metabólicos, problemas cognitivos o cambios en la salud reproductiva. Tal y como decía Salena, el estrés —ya sea físico, emocional o químico— puede influir en el funcionamiento de nuestras hormonas. Cuando el cuerpo absorbe estas sustancias químicas, puede alterar la producción y regulación de hormonas críticas, generando un desequilibrio.
Por ejemplo, algunas hormonas pueden elevarse en respuesta al estrés, mientras que otras pueden disminuir. Este desajuste puede provocar problemas como la obesidad, diabetes, trastornos neurológicos y de inmunidad, así como problemas de fertilidad. Además, otra de las observaciones de los estudios es que estos disruptores pueden estar asociados con ciertas formas de cáncer y diversos problemas cardiovasculares. En los niños, la exposición continua a estos compuestos puede interferir en su desarrollo tanto físico como cognitivo y poner en riesgo su salud a largo plazo.
¿Dónde están estos disruptores endocrinos?
Los disruptores endocrinos están absolutamente omnipresentes en nuestro entorno: desde materiales de construcción hasta productos de higiene. Por suerte, crece la conciencia sobre sus efectos y las iniciativas como la prohibición o limitación de algunas sustancias, como los parabenos y el triclosán, pero es evidente que la amenaza persiste, especialmente en la alimentación.
Y es justo en la nutrición donde Salena hace hincapié: “la nutrición es una de las vías más comunes por la que nuestro organismo se ve expuesto a estas sustancias, ya no solo por los alimentos en sí, también por la forma en la que se preparan y se conservan”, dice.
Algunas de las vías más frecuentes son:
- Los envases de plástico. Muchos recipientes de alimentos y botellas de agua contienen bisfenol A (BPA), un disruptor endocrino que puede filtrarse en los alimentos y bebidas.
- Fitoestrógenos. Algunos alimentos, como el tofu y la leche de soja, presentan fitoestrógenos que pueden imitar la acción de los estrógenos en el cuerpo.
- Dioxinas. Estas sustancias contaminantes pueden ingresar a nuestra alimentación a través de pesticidas y otros agentes químicos presentes en el medio ambiente.
- PFAS: Las sustancias perfluoroalquilo y polifluoroalquilo son comunes en ollas y sartenes antiadherentes y también pueden ser disruptores hormonales.

Disruptores endocrinos / Istock
¿Cómo reducir nuestra exposición a todo esto?
Evitar la exposición a los disruptores endocrinos por completo es casi imposible, pero existen varias estrategias eficaces para minimizar el contacto con estos compuestos. “Debemos priorizar el consumo de frutas y verduras orgánicas que no hayan sido tratadas con pesticidas, evitar utilizar botellas de agua de plástico de un solo uso y no calentar los envases plásticos en el microondas, pues el calor facilita la liberación de químicos, en su lugar mejor calentar y almacenar los alimentos en recipientes de vidrio. Por la misma razón, se recomienda no utilizar utensilios de comida que sean de plástico, a la hora de comprar conservas que sean en envases de cristal y en el caso de los bebés, elegir preferiblemente tetinas de silicona para los biberones”, aconseja Sainz.
Algunas estrategias
- Prioriza frutas y verduras de origen orgánico. Optar por productos que no hayan sido tratados con pesticidas puede reducir la exposición a estas sustancias.
- Evita el exceso de plástico. Reemplaza botellas de agua de plástico y nunca calientes alimentos en envases plásticos en el microondas, ya que el calor puede facilitar la liberación de químicos. Utiliza en su lugar recipientes de vidrio.
- Conservas en cristal. Elegir productos en envases de vidrio es una forma de evitar la contaminación química que puede ocurrir con los envases plásticos.
- El menaje de cocina. Opta por utensilios de cocina de materiales que no contengan sustancias químicas perjudiciales, como vidrio o acero inoxidable, en lugar de plásticos.
¿Y cómo protegernos más allá de la alimentación?
Más allá de la cocina y nuestra alimentación, también podemos prestar atención a otros aspectos del día a día que pueden ayudar a reducir la exposición a disruptores endocrinos, como por ejemplo, los siguientes consejos:
Blanca del Río
Marzo 2025